Es fin de año, tiempo de dar y compartir, un tiempo de paz y de autoevaluarnos como personas y como sociedad sobre la forma en que regresamos lo que somos a los que nos rodean y en este caso la fotografía no es la excepción, pues desde la cámara hay hombres y mujeres que utilizan sus habilidades para ayudar a que este sea un mundo mejor.
Siempre se ha dicho que la fotografía es una de las artes más humanas, por la capacidad que tiene de conectar de formas directas ideas y conceptos.
En México existen multitud de fotógrafos que suman sus conocimientos y pasión por la fotografía con causas más grandes que incluso su propio trabajo. Tal es el caso de Rafael Durán, ex fotoreportero de Puebla, quien durante varias décadas cubrió hechos de toda Indole para aquel estado, especialmente nota roja y hoy en día es el fundador del Encuentro Fotográfico, un encuentro autosustentable, que tiene como objetivo unir miradas, ideas, conceptos y creencias en la búsqueda de la justicia social y el respeto de cada uno de los individuos.
Su lema es “por una fotografía donde quepan todos” resume el espíritu del Encuentro Fotografico que acaba de cumplir quince años de realizarse en diferentes estados del país y que ha contado con talleres, conferencias y exposiciones totalmente gratuitas de alguno de los fotógrafos más importantes de México y de todo el mundo.
Y mientras que este proyecto es totalmente humanista, también se suman otros proyectos fotográficos que tienen un corte ecológico, como lo es el realizado por Mizael Palomeque, Cecilia Gutiérrez, entre otros, a través de Báalche Fotografía, que se dedica a concientizar sobre la naturaleza de los tiburones a lo largo de todo el mundo, para derribar los estigmas generados sobre esta especie, a través de fotografías, conferencias, talleres y entrevistas.
Esto ha permitido a estos fotógrafos a poder captar imágenes inigualables que también les han rendido frutos en diversos concursos y han permito obtener galardones a nivel internacional, y utiliza de forma activa esta plataforma para promover la conservación de los océanos y transmitir la importancia de cada una de las especies que la habitan para nuestro propio equilibrio.
Y de las cámaras hay quien ha pasado a una cancha de futbol llanero, uniendo pasiones técnicas con la algarabía de la risa detrás de una pelota.
Luis Pérez, fotoperiodista afincado en la Península de Yucatán, ha compartido sus pasiones, el futbol y la fotografía, como una sola poesía, y ha emprendido la tarea de ayudar en la formación de jóvenes de comunidades, buscando darles oportunidades de desarrollo.
Con su lema, “cuando el futbol enseña, no hay límites para ser mejores”, Luis ha generado puentes entre niños y adolescentes con una vida proactiva, todo mientras lo retrata con su inseparable cámara.
“Los clubes de barrio construyen comunidad y sentido de pertenencia, son espacios inclusivos donde se forjan lazos y valores que hoy más que nunca es necesario recuperar”, señala el fotógrafo.
Así pues, estos son tres pequeños ejemplos de como hombres y mujeres han usado su pasión por la fotografía como un medio para unir a personas en todo el mundo y a la vez para forma lazos de comunidad más grandes que cualquier éxito personal, dando de si su tiempo, sus conocimientos y su pasión, viviendo el verdadero espíritu navideño todo el año.
